En Argentina, diferentes programas nacionales se gestaron a partir del año 2019 basados en experiencias generadas en distintas provincias en el año 2017. Múltiples empresas están dirigiendo sus esfuerzos hacia el desarrollo de productos de consumo masivo basados en la energía solar fotovoltaica.

Expansión Global de la Energía Solar Fotovoltaica.

La energía solar fotovoltaica ha experimentado un crecimiento exponencial en la última década, convirtiéndose en una de las fuentes de energía renovable más importantes a nivel mundial. Según la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA), la capacidad de generación de energía solar fotovoltaica alcanzó los 713 GW en 2022, lo que representa un aumento significativo en comparación con los 89 GW registrados en 2012. Esta tendencia ascendente refleja el creciente reconocimiento de la energía solar como una fuente de energía limpia y renovable.
En 2022, la energía solar fotovoltaica representó el 5% de la capacidad total de generación de energía eléctrica en todo el mundo. Además, se espera que la capacidad instalada de energía solar fotovoltaica se triplique para 2027, alcanzando los 3.531 GW. La energía solar fotovoltaica es cada vez más asequible y competitiva en comparación con otras fuentes de energía, lo que ha llevado a un aumento en la demanda y la inversión en esta tecnología.

En cuanto a la distribución geográfica, China es el líder mundial en capacidad instalada de energía solar fotovoltaica, seguido de Estados Unidos y Japón. En 2022, la energía solar fotovoltaica representó el 39% de la capacidad total de generación de energía eléctrica en todo el mundo. Además, la energía solar fotovoltaica creció un 22% en 2022 en todo el planeta, superando ampliamente el aumento interanual conseguido en instalaciones de energía eólica.



En Argentina, la energía solar fotovoltaica ha tenido un desarrollo más lento en comparación con otros países. Según un estudio de la revista Solar, la capacidad de generación de energía solar fotovoltaica en Argentina alcanzó los 1.000 GWh en 2020, lo que representa un aumento significativo en comparación con los 300 GWh registrados en 2018. Sin embargo, la energía solar fotovoltaica todavía representa una pequeña fracción de la capacidad total de generación de energía eléctrica en Argentina. La tecnología solar térmica es aún menos desarrollada en el país debido a los bajos precios del gas natural.

Argentina: Desarrollo y Aplicación de la Energía Solar Fotovoltaica

En Argentina, varias empresas han enfocado sus esfuerzos en la energía solar fotovoltaica, lo que ha llevado a una serie de proyectos innovadores y sostenibles. SOLARTEC y 360Energy son dos de las empresas líderes en este campo. SOLARTEC se dedica a la fabricación de paneles solares y sistemas de energía solar fotovoltaica para hogares, empresas y proyectos de gran escala. Por otro lado, 360Energy se enfoca en el desarrollo, construcción, montaje y operación de parques solares fotovoltaicos en Argentina. La empresa es líder en el sector solar fotovoltaico del país y cuenta con una capacidad total instalada de 248.214 MWh.
Ambas empresas están comprometidas con la transición hacia un modelo energético más sostenible y están trabajando para reducir la huella de carbono en Argentina. SOLARTEC ha desarrollado una línea de productos de consumo masivo, como cargadores solares portátiles y linternas solares, que utilizan energía solar para funcionar. 360Energy, por su parte, ha contribuido a la generación de energía limpia que puede abastecer anualmente a 63.278 hogares.



Impacto Ambiental y Económico que no hay que dejar de desaprovechar

El avance de la energía solar fotovoltaica en Argentina no solo conlleva beneficios ambientales al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también tiene un impacto positivo en la economía. La creación de empleo en el sector de la energía renovable, la reducción de la dependencia de combustibles fósiles y la posibilidad de exportar tecnologías sostenibles son aspectos que contribuyen al crecimiento económico sostenible del país.

Durante el año 2021, Argentina experimentó un significativo aumento del 60% en su capacidad instalada de energía solar fotovoltaica, según estadísticas del Ministerio de Energía y Recursos Naturales No Renovables. Este crecimiento, respaldado por datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), no solo contribuyó a una notable reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también generó más de 10,000 empleos directos e indirectos en el sector de energías renovables.



Paralelamente, se observó una reducción del 25% en las importaciones de gas natural durante el mismo período, según datos del Banco Central de la República Argentina. Este descenso no solo subraya la disminución en la dependencia de combustibles fósiles, sino que también ha contribuido a una mayor estabilidad en los precios de la energía, beneficiando la economía nacional.
En el ámbito de las exportaciones, se destaca que Argentina consolidó su posición como un actor clave en el mercado internacional de tecnologías sostenibles. Datos de la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER) muestran un aumento del 35% en las exportaciones de productos y servicios relacionados con la energía solar fotovoltaica. Este crecimiento no solo ha generado ingresos adicionales para el país, sino que también ha fortalecido su presencia en la transición global hacia fuentes de energía más limpias.

Desafíos y Futuro de la Energía Solar en Argentina

A pesar de los avances notables, la energía solar en Argentina enfrenta desafíos como la necesidad de una infraestructura adecuada y políticas de apoyo continuas. Sin embargo, con el compromiso de las empresas y el respaldo gubernamental, el futuro de la energía solar fotovoltaica en Argentina parece promisorio, con el potencial de convertirse en un actor clave en la transición hacia un sistema energético más limpio y sostenible.

Se deben desarrollar Políticas Públicas que beneficien el impulso de la energía solar fotovoltaica en Argentina, que no solo reflejen una respuesta a la creciente conciencia ambiental, sino también una oportunidad para el desarrollo económico y la innovación tecnológica. Con empresas líderes abriendo el camino, la nación sudamericana se encuentra en una posición única para aprovechar plenamente los beneficios de esta fuente de energía renovable y contribuir al esfuerzo global por un futuro más sostenible.