El Parque Nacional Lihué Calel se encuentra en la región centro-sur de La Pampa, al suroeste de General Acha. Con una extensión de 32,514 hectáreas, estas sierras de origen volcánico se elevan hasta los 590 metros en su punto más alto. Su ubicación privilegiada en la ecorregión Monte de Llanuras y Mesetas le confiere una biodiversidad excepcional.
Descubriendo la biodiversidad
Las majestuosas sierras de Lihué Calel se erigen como monumentos naturales, desafiando la uniformidad de la llanura que las rodea. Dotadas de un origen volcánico que les confiere una belleza única, este parque nacional se revela como un santuario de biodiversidad donde plantas y animales encuentran su hogar en un entorno exigente.
El paisaje vegetal del parque despliega un abanico de colores y formas, donde el caldén (Prosopis caldenia) se erige como símbolo de la región. Este árbol, resistente a la sequía y de larga vida, puede alcanzar hasta los 300 años, sirviendo como pilar vital en el ecosistema. A su lado, hierbas nativas como el pasto llorón y la grama salada se aferran al suelo pedregoso, demostrando una admirable adaptación a las condiciones extremas de la región.
Una Fauna en Equilibrio.
El Parque Nacional Lihué Calel alberga una fauna extraordinariamente diversa, que desempeña un papel fundamental en el ecosistema. Entre sus habitantes más destacados se encuentra el esquivo puma (Puma concolor), cuya presencia como principal depredador es vital para mantener el equilibrio ecológico. Esta especie, a pesar de su imponente presencia, se encuentra amenazada por la pérdida de su hábitat y la caza furtiva en algunas áreas, lo que representa una preocupación significativa para la conservación.
Además del puma, el parque es hogar de los guanacos (Lama guanicoe), parientes de las llamas, que se refugian en las escarpadas laderas rocosas. Estos herbívoros desempeñan un papel crucial en la dinámica de la vegetación y son una pieza clave en la red trófica del ecosistema. Sin embargo, la caza ilegal y la competencia con el ganado doméstico han generado presiones sobre las poblaciones de guanacos en algunas áreas, lo que ha llevado a una disminución de su número y a su inclusión en listas de especies en peligro de extinción en ciertas regiones.
En los cielos, el majestuoso águila mora (Geranoaetus melanoleucus) se alza con sus poderosas alas, desempeñando un papel destacado como cazadora en la cadena trófica. Estas aves rapaces son indicadoras importantes de la salud del ecosistema y su presencia señala la existencia de una rica biodiversidad en el área protegida.
Sin embargo, a pesar de la aparente armonía de esta fauna, existen desafíos significativos para su conservación. La fragmentación del hábitat, la presión por parte de actividades humanas como la ganadería y el turismo, y el cambio climático representan amenazas crecientes para la integridad de las poblaciones animales en el Parque. Por ende, es imperativo implementar medidas de conservación efectivas y promover la conciencia pública sobre la importancia de proteger este invaluable patrimonio natural.
Un Vínculo con el Pasado Ancestral
El Parque Nacional Sierra de Lihué Calel emerge como un tesoro no solo de biodiversidad, sino también como un custodio de los vestigios históricos que narran la rica historia milenaria de la región. Entre estos tesoros arqueológicos se encuentran las enigmáticas pictografías rupestres, que han perdurado a lo largo de los siglos como testigos silenciosos de las antiguas culturas que habitaron estas tierras.
Estas pinturas ancestrales, elaboradas con pigmentos naturales sobre las rocas, ofrecen una ventana única hacia el pasado remoto, revelando aspectos de la vida cotidiana, las creencias y las tradiciones de los pueblos originarios que poblaron la región. Los estudios científicos realizados sobre estas pictografías han permitido identificar técnicas de pintura, motivos simbólicos y posibles significados culturales, contribuyendo así a la comprensión de la compleja red de relaciones sociales y espirituales de estas antiguas sociedades.
Explorar estas manifestaciones artísticas prehistóricas es sumergirse en un viaje fascinante a través del tiempo, donde el arte rupestre cobra vida y se convierte en un puente entre el pasado y el presente. Sin embargo, a pesar de su valor incalculable como patrimonio cultural, las pictografías enfrentan diversas amenazas, que van desde el vandalismo y la erosión natural hasta el turismo no regulado. Por tanto, es crucial promover su conservación y protección, garantizando así que estas expresiones artísticas únicas perduren para las generaciones futuras y sigan siendo un vínculo tangible con el pasado ancestral de la humanidad.
Conservación y Estudio Continuo.
Fundado en 1976, el Parque Nacional Sierra de Lihué Calel surge como resultado de la creciente conciencia sobre la necesidad de proteger no solo los valiosos recursos naturales, sino también los ricos yacimientos arqueológicos y sitios históricos que adornan esta región. Esta iniciativa nació en respuesta a la amenaza constante que enfrentaba el ecosistema local debido a la expansión humana y la explotación no regulada de los recursos naturales.
Desde su creación, el parque se ha convertido en un baluarte de conservación, donde se resguardan no solo la flora y fauna autóctonas, sino también los vestigios arqueológicos que narran la historia ancestral de la región. En colaboración estrecha con las autoridades del parque, los científicos han emprendido investigaciones exhaustivas sobre la dinámica de las poblaciones de especies clave, utilizando métodos científicos rigurosos y tecnologías de vanguardia para comprender mejor los procesos ecológicos y tomar decisiones fundamentadas para su conservación y manejo sostenible.
Uno de los hitos más importantes en la historia del parque fue la declaración de Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO en 1987, que reconoció su valor excepcional como reserva natural y cultural. Esta distinción internacional no solo fortaleció el compromiso de conservación del parque, sino que también atrajo la atención mundial hacia su importancia tanto ambiental como histórica.
Además de su labor de conservación, el parque fomenta el ecoturismo como una herramienta poderosa para sensibilizar al público sobre la importancia de la conservación ambiental y promover el desarrollo sostenible de la región. Visitantes de todo el mundo tienen la oportunidad de explorar los tesoros naturales y culturales del parque a través de actividades guiadas que respetan los principios del turismo responsable.
El Parque Nacional Sierra de Lihué Calel representa un compromiso continuo con la conservación y el estudio de la naturaleza y la cultura, en un esfuerzo por preservar este invaluable patrimonio para las generaciones futuras.
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