El Parque Nacional El Palmar, ubicado en la provincia de Entre Ríos, Argentina, abarca aproximadamente 8,213 hectáreas y se ha convertido en un enclave crucial para la conservación en una región altamente afectada por la actividad agrícola y ganadera. Estratégicamente situado en la región mesopotámica, entre los ríos Paraná y Uruguay, este santuario natural alberga ecosistemas únicos y biodiversos. Fue creado oficialmente el 28 de enero de 1966 mediante la ley N° 16802 que lo estableció como Parque Nacional.

Dentro de sus límites, se extienden vastas sabanas dominadas por especies emblemáticas de palmeras como el Yatay y el Pindó, que albergan una rica variedad de vida silvestre. Se estima que más de 200 especies de aves encuentran refugio en este entorno, incluyendo destacadas como el carpintero real, la cotorra monje y el halconcito colorado, muchas de las cuales utilizan los troncos y las copas de las palmeras para anidar y alimentarse. El Parque Nacional El Palmar es un tesoro natural que merece ser protegido y valorado por su importancia ecológica.



¿Cómo surgió este refugio de historia y naturaleza?

El objetivo principal del parque era preservar los palmares de la variedad Yatay (Butia yatay). Estas majestuosas palmeras autóctonas, que pueden vivir entre 200 y 400 años, alguna vez prosperaron en vastas extensiones del oriente de Entre Ríos. Sin embargo, su población disminuyó debido a la agricultura y el pastoreo excesivo. El Parque Nacional El Palmar alberga uno de los últimos palmares naturales más australes del planeta. Además de las palmeras, sus bosques en galería a lo largo de los ríos y la abundante fauna silvestre son atractivos notables.
 
El parque no solo es un oasis de biodiversidad, sino también un laboratorio natural para científicos y ecologistas. Estudios realizados en El Palmar revelan la importancia de estas áreas protegidas para la conservación de la vida silvestre en la región. Investigaciones sobre los patrones de migración de aves, la dinámica de los ecosistemas de sabanas y el impacto de las actividades humanas ofrecen una visión detallada de la salud y el funcionamiento de estos ecosistemas.

Con más de 150,000 visitantes anuales, el Parque Nacional El Palmar se erige como un destino turístico de renombre, donde los amantes de la naturaleza pueden explorar la belleza y la diversidad de la flora y fauna autóctona. Además, contribuyen directamente a la conservación del área a través del turismo responsable, generando beneficios económicos para las comunidades locales y promoviendo la conciencia ambiental.

Desde su creación, la Administración de Parques Nacionales ha sido la responsable de gestionar y proteger este espacio. A lo largo de los años, científicos, ecologistas y amantes de la naturaleza han contribuido a su conservación. Además, el parque forma parte del sitio Ramsar Palmar Yatay desde 2011, lo que resalta su importancia internacional como humedal.



El Palmar es uno de los sitios Ramsar en Argentina y representa una de las áreas de humedales de relevancia mundial. Estos humedales están protegidos por la Convención de Ramsar, un tratado internacional que busca conservar y utilizar de manera sostenible los recursos de estos ecosistemas, vitales para la biodiversidad y el funcionamiento del entorno natural
El objetivo principal del parque es conservar una muestra del distrito de los campos de la ecorregión pampeana y sus ambientes asociados, como espinales, selvas en galería, sabanas, pastizales, ambientes ribereños y ecosistemas acuáticos. Se enfoca en la restauración del régimen de disturbios del palmar-pastizal, evitando la transformación de pastizales en bosques.

La figurita del Palmar

La palmera Yatay, cuyo nombre científico es Butia yatay, es una especie de palma que forma parte de la familia Arecaceae. Esta palma se distingue por su crecimiento lento y su tallo recto, que puede llegar a alcanzar una altura de hasta 10 metros. Las hojas de la Yatay son pinnadas, con aproximadamente 140 folíolos, y exhiben un tono verde con un ligero matiz azulado. Cada hoja puede llegar a tener una longitud de hasta 2 metros, y está unida al tallo por un pecíolo de 60 cm, provisto de espinas.



Los frutos de la Yatay son ovoides, de color anaranjado y miden entre 3 y 5 cm de diámetro. Estos frutos son comestibles y se utilizan para elaborar licores, mermeladas e incluso panes. Además, atraen a numerosas aves y eran el alimento principal del guacamayo azul, Anodorhynchus glaucus, hoy presuntamente extinto.



La Yatay es originaria del sur de Brasil, Paraguay, Uruguay y el noreste de Argentina. En su hábitat natural, la Yatay solía formar extensos palmares, muchos de los cuales han desaparecido debido a la deforestación para la agricultura. 

El mayor palmar de Yatay que se conserva en dominio público es el Parque Nacional El Palmar, situado en la provincia Argentina de Entre Ríos, y tienes varios senderos educativos que permiten explorar sus diversos ambientes, incluyendo las selvas ribereñas del río Uruguay y los arroyos que desaguan en el área protegida. Este tesoro natural es un ejemplo de la importancia de la ecología y la sustentabilidad.