Los gases de efecto invernadero están teniendo un impacto creciente en la vida cotidiana de todo el mundo. La ciencia está detrás del calentamiento global que está impulsando el cambio climático e investiga sobre sus consecuencias. 

Los gases de efecto invernadero tienen un impacto cada vez mayor en el día a día del mundo entero. Por todos los medios la ciencia trata de explicar qué es exactamente el calentamiento global que provoca el cambio climático y cuáles son sus consecuencias. La evidencia científica nos demuestra que las temperaturas están en aumento y que podrían alcanzar un incremento de 2.2 grados frente a los niveles preindustriales en 2040 y los 3.8 en 2100, según el análisis de un grupo de más de 80 científicos en el informe “Cambio climático y medioambiental en la cuenca mediterránea”, realizado por la red Mediterranean Experts on Climate and Environmental Change (MedECC).

“Los glaciares se están derritiendo a un ritmo sin precedentes, el nivel del mar está aumentando debido al deshielo, las selvas se están secando y la fauna y la flora están alterando sus ciclos vitales y luchando por sobrevivir en un escenario de cambios rápidos y complejos que a menudo tienen un impacto grave en la biodiversidad. Un aumento general de las temperaturas, fenómenos meteorológicos extremos, olas de calor e inundaciones, falta de cosechas, migrantes climáticos y una larga lista de consecuencias que ponen al cambio climático en la vanguardia de la agenda global debido a sus efectos a nivel mundial” es una síntesis del informe del MedECC

El fenómeno conocido como calentamiento global se refiere a la elevación de la temperatura media de la atmósfera terrestre y de los océanos, un cambio que es causado directamente por las emisiones excesivas de gases de efecto invernadero. Este fenómeno está induciendo una serie de alteraciones en los patrones climáticos a largo plazo del planeta, que son heterogéneos y varían geográficamente. A medida que la Tierra realiza su rotación diaria, este calor adicional se redistribuye, absorbiendo la humedad de los océanos, intensificándose en algunas regiones y disipándose en otras, lo que resulta en una modificación del equilibrio climático al que la biota terrestre se ha adaptado. Este cambio en los patrones climáticos tiene el potencial de afectar a todos los seres vivos y a los ecosistemas que los sustentan.

Culpables del Efecto Invernadero.

El “efecto invernadero” es el calentamiento que se produce cuando ciertos gases de la atmósfera de la Tierra retienen el calor. Estos gases dejan pasar la luz pero mantienen el calor como las paredes de cristal de un invernadero. En el vasto manto que cubre nuestro planeta, existen ciertos gases que juegan un papel crucial en la regulación de la temperatura de la Tierra. Estos son conocidos como gases de efecto invernadero. Estos gases tienen la capacidad de atrapar el calor del sol en la atmósfera de la Tierra, lo que provoca un aumento en la temperatura global, un fenómeno conocido como calentamiento global. Este cambio en la temperatura puede tener efectos significativos en los patrones climáticos globales.

El dióxido de carbono, un gas que se libera principalmente a través de la quema de combustibles fósiles y la deforestación, es el principal protagonista de este grupo. Este gas es responsable de la mayor parte del calentamiento que ha ocurrido en las últimas décadas.

El metano, otro gas de efecto invernadero, se libera principalmente en los vertederos y en las industrias del gas. Aunque el metano no permanece en la atmósfera tanto tiempo como el dióxido de carbono, es mucho más eficiente para atrapar la radiación, lo que lo convierte en un contribuyente significativo al calentamiento global.

El óxido nitroso, por otro lado, se libera principalmente a través de actividades agrícolas y la quema de biomasa. Este gas tiene un potencial de calentamiento global casi 300 veces mayor que el dióxido de carbono.

Los clorofluorocarbonos, aunque su producción ha sido prohibida en muchos países, siguen presentes en la atmósfera debido a su larga vida útil. Estos gases se utilizaban en la fabricación de aerosoles, agentes de expansión para espumas y materiales de embalaje, como disolventes y refrigerantes. A pesar de que su uso ha disminuido considerablemente, su presencia en la atmósfera sigue siendo una preocupación debido a su potencial de agotamiento del ozono.

Los hidrofluorocarbonos, que se utilizan en lugar de los clorofluorocarbonos para reducir el daño a la capa de ozono, aun así, contribuyen al efecto invernadero. Aunque estos gases no agotan la capa de ozono, tienen un alto potencial de calentamiento global.

Finalmente, el hexafluoruro de azufre, un gas utilizado en la industria eléctrica tiene un potencial de calentamiento global muy alto. A pesar de que este gas se utiliza en cantidades relativamente pequeñas, su potencial de calentamiento global es significativamente mayor que el del dióxido de carbono.


Estrategias para controlar el efecto invernadero.
 
•    Incrementar la eficiencia energética: Esto implica hacer un uso más eficiente de la energía en todos los sectores, desde la industria hasta el hogar.

•    Reforestación: La plantación de árboles puede ayudar a absorber el dióxido de carbono de la atmósfera.

•    Adoptar prácticas agrícolas sostenibles: Esto incluye la rotación de cultivos, el uso eficiente de fertilizantes, la gestión adecuada del riego y la reutilización de subproductos y desperdicios de la cosecha.

•    Fomentar la reutilización: Esto implica reutilizar materiales en lugar de desecharlos, lo que puede reducir la cantidad de residuos que terminan en los vertederos.

•    Reorientar los hábitos de consumo: Esto puede implicar elegir productos que sean más respetuosos con el medio ambiente y que requieran menos energía para su producción.

•    Uso de energías renovables: Como la energía solar o eólica, que no emiten gases de efecto invernadero.

•    Transporte: Medidas efectivas para la mitigación podrían ser una mayor utilización del transporte público, el reemplazo de los combustibles líquidos por el gas natural comprimido, el uso de bicicletas, como así también la implementación de reglas de organización del tránsito y de mejoras técnicas en los vehículos.

•    Industria: El empleo de tecnologías más limpias en el sector industrial provoca no sólo una reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero, sino también de otros tipos de contaminantes no necesariamente ligados con el cambio climático.

•    Agropecuario: Es posible lograr una disminución notable de las emisiones de gases de efecto invernadero en la actividad agrícola mediante el cambio en los hábitos de labranza o la reutilización de los subproductos y desperdicios de la cosecha.

Estas estrategias, si se implementan a nivel global, pueden tener un impacto significativo en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y, por lo tanto, en la mitigación del calentamiento global.



A lo largo de la historia de nuestro planeta, los niveles de gases de efecto invernadero han experimentado altibajos, pero han permanecido bastante estables durante los últimos miles de años. De manera similar, las temperaturas medias globales también se han mantenido bastante constantes durante este periodo de tiempo. Sin embargo, a través de la quema de combustibles fósiles y otras emisiones de gases, los humanos están intensificando el efecto invernadero y calentando la Tierra.

Actualmente los científicos a menudo prefieren utilizar el término “Cambio Climático” en lugar de calentamiento global. Esto se debe a que, a medida que la temperatura media de la Tierra aumenta, los vientos y las corrientes oceánicas redistribuyen el calor alrededor del globo, lo que puede resultar en el enfriamiento de algunas zonas, el calentamiento de otras y cambios en los patrones de precipitación.

El calentamiento global, impulsado en gran medida por las actividades humanas, está provocando cambios drásticos en nuestro clima. Estos cambios, que incluyen el derretimiento de los glaciares, el aumento del nivel del mar y las condiciones climáticas extremas, representan desafíos significativos para nuestra sociedad y el mundo natural. Es imperativo que tomemos medidas para mitigar estos efectos y proteger nuestro planeta para las generaciones futuras.