El Programa
“El Hombre y la Biosfera” (MAB) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) es un programa científico que tiene como objetivo mejorar la relación entre las personas y el entorno. Combina las ciencias naturales y sociales, la economía y la educación, para conservar los ecosistemas y la biodiversidad, y fomentar el desarrollo sostenible.
El programa se creó en 1971 y desde entonces ha impulsado la creación de una
Red Mundial de Reservas de Biosfera, que actualmente cuenta con
727 sitios en 131 países. Estas reservas son áreas donde se aplican soluciones innovadoras para entender y manejar los cambios y las interacciones entre los sistemas sociales y ecológicos, involucrando a las comunidades locales y a todos los actores interesados en la planificación y gestión, y se dividen en tres zonas: la zona núcleo, donde se protegen los ecosistemas y la biodiversidad; la zona de amortiguamiento, donde se realizan actividades compatibles con la conservación; y la zona de transición, donde se fomentan y practican formas de desarrollo sostenible, basadas en la economía verde y circular, la ciencia abierta y la cooperación.
Cada reserva de biosfera debe combinar tres funciones interconectadas: conservación, desarrollo y apoyo logístico, mediante una división por zonas apropiada que comprenda: 1) una o varias zonas núcleo jurídicamente constituidas, dedicadas a la protección a largo plazo; 2) unas zonas tampón adyacentes; 3) una zona exterior de transición donde las autoridades públicas, las comunidades locales y las empresas fomenten y practiquen formas de explotación sostenible de los recursos.
Las reservas de biosfera son áreas donde se integran la investigación científica, el saber tradicional y diversas formas de gobernabilidad, con la finalidad de mitigar la pérdida de la diversidad biológica, mejorar el bienestar de las poblaciones que residen en ellas, y promover las condiciones sociales, económicas y culturales que favorecen la sostenibilidad ambiental.
El Programa "El Hombre y la Biosfera (MAB)" ha sentado las bases científicas para una nueva armonía entre los seres humanos y su medio ambiente, una armonía que reconcilia la conservación y el desarrollo, y nos enseña cómo vivir con el mundo vivo, en el mundo vivo” declaro Audrey Azoulay Directora General de la UNESCO.
La Conferencia General de la UNESCO aprobó la Estrategia de Sevilla para las Reservas de Biosfera y el Marco Estatutario de la Red Mundial de Reservas de Biosfera en 1995; este último funciona como el “marco legal blando” para el desarrollo y reconocimiento formal de las Reservas de Biosfera. Los sitios pueden ser propuestos por los 195 Estados Miembros y los nueve Miembros Asociados de la UNESCO.
¿Cómo se evalúa la riqueza natural de las reservas de biosfera?
Las reservas de biosfera son sitios reconocidos por la UNESCO, donde se busca mejorar la relación entre el hombre y la naturaleza, mediante la conservación y el uso sostenible de los recursos biológicos. Estos sitios cuentan con tres zonas: una de protección estricta, una de actividades compatibles con la conservación y una de desarrollo sostenible.
Para medir la diversidad biológica de las reservas de biosfera, se requiere de un protocolo que incluya los siguientes pasos:
• Definir el objetivo y el alcance de la evaluación, así como los criterios de selección de las especies o grupos de interés.
• Seleccionar los sitios de muestreo, teniendo en cuenta las tres zonas de la reserva de biosfera, y los factores ambientales y humanos que puedan influir en la diversidad biológica.
• Elegir los métodos de muestreo, análisis e interpretación de los datos, según el tipo de ecosistema.
Existen diferentes métodos e indicadores para medir la diversidad biológica, que dependen del nivel de organización biológica y el objetivo de la evaluación. Algunos de los más comunes son:
• La riqueza de especies, que es el número de especies diferentes que hay en un lugar o ecosistema.
• El índice de diversidad, que combina la riqueza de especies con la abundancia o proporción de cada una de ellas.
• La diversidad genética, que se refiere a la variabilidad de los genes dentro de una especie o población.
• La diversidad funcional, que se relaciona con los roles ecológicos que desempeñan las especies en el ecosistema.
• La diversidad de paisajes, que se basa en la heterogeneidad espacial de los hábitats y los patrones de distribución de las especies.
La evaluación de la diversidad biológica en las reservas de biosfera permite conocer el estado de conservación de los ecosistemas, identificar las amenazas y las oportunidades para su manejo, y generar información para la toma de decisiones y la educación ambiental.
Argentina dentro del Programa de la UNESCO
Argentina posee una Red Nacional de reservas de biosfera y cuenta actualmente con 15 sitios en 11 provincias, incluidos 2 sitios transprovinciales. Estos son:
- Reserva de Biosfera Andino Norpatagónica: ubicada en las proincias de Neuquén, Río Negro y Chubut, abarca una superficie de 3.100.000 hectáreas y alberga una gran diversidad de ecosistemas, desde bosques andinos hasta estepas patagónicas, pasando por lagos, ríos y glaciares. Entre su fauna se destacan especies emblemáticas como el huemul, el pudú, el cóndor andino y el puma.
- Reserva de Biosfera Delta del Paraná: situada en la provincia de Buenos Aires, comprende una superficie de 900.000 hectáreas y representa el mayor humedal de Argentina y uno de los más importantes de Sudamérica. Su vegetación está dominada por el sauce y el aliso, y su fauna incluye especies como el carpincho, el lobito de río, el ciervo de los pantanos y el yacaré overo.
- Reserva de Biosfera Laguna Blanca: localizada en la provincia de Catamarca, ocupa una superficie de 770.000 hectáreas y se caracteriza por su paisaje de altiplano, con lagunas, salares, volcanes y quebradas. Su flora está adaptada a las condiciones áridas y su fauna presenta especies como la vicuña, el guanaco, el suri cordillerano y el flamenco austral.
- Reserva de Biosfera Laguna Oca del Río Paraguay: ubicada en la provincia de Formosa, abarca una superficie de 10.000 hectáreas y se trata de un complejo lacustre de agua dulce, rodeado de bosques, pastizales y sabanas. Su vegetación es rica en especies acuáticas y palustres, y su fauna cuenta con especies como el yaguareté, el tapir, el oso hormiguero y el aguará guazú.
- Reserva de Biosfera Mar Chiquita: situada en la provincia de Córdoba, comprende una superficie de 800.000 hectáreas y corresponde a la mayor laguna salada de Sudamérica, con una extensa planicie de inundación y una importante avifauna, que incluye especies como el flamenco rosado, el cisne cuello negro y el macá tobiano.
- Reserva de Biosfera Ñacuñán: localizada en la provincia de Mendoza, ocupa una superficie de 15.000 hectáreas y se caracteriza por su bosque xerófilo de algarrobo, que constituye uno de los últimos relictos de este ecosistema en la región. Su flora presenta una alta diversidad de especies endémicas y su fauna alberga especies como el zorro gris, el quirquincho, el puma y el águila coronada.
- Reserva de Biosfera Parque Atlántico Mar Chiquito: ubicada en la provincia de Buenos Aires, abarca una superficie de 50.000 hectáreas y se trata de un sistema costero que comprende playas, dunas, lagunas, marismas y bosques. Su vegetación es variada y su fauna incluye especies como el venado de las pampas, el gato montés, el zorro pampeano y el coipo.
- Reserva de Biosfera Parque Costero del Sur: situada en la provincia de Buenos Aires, comprende una superficie de 100.000 hectáreas y representa un ecosistema de ribera, con barrancas, islas, bañados y pastizales. Su vegetación es típica de la región pampeana y su fauna presenta especies como el ciervo de las pampas, el zorro gris, el carancho y el halcón peregrino.
- Reserva de Biosfera Paso de las Piedras: localizada en la provincia de Buenos Aires, ocupa una superficie de 120.000 hectáreas y se caracteriza por su embalse artificial, que provee de agua potable a la región. Su vegetación está compuesta por pastizales, arbustales y bosques, y su fauna cuenta con especies como el ñandú, el zorro colorado, el gato montés y el águila mora.
- Reserva de Biosfera Pereyra Iraola: ubicada en la provincia de Buenos Aires, abarca una superficie de 6.000 hectáreas y se trata del mayor espacio verde del área metropolitana de Buenos Aires. Su vegetación es un bosque mixto de especies nativas e introducidas, y su fauna incluye especies como el zorro gris, el coipo, el carpincho y el gavilán mixto.
- Reserva de Biosfera San Guillermo: situada en la provincia de San Juan, comprende una superficie de 1.000.000 de hectáreas y se caracteriza por su paisaje de montaña, con altas cumbres, valles, quebradas y vegas. Su flora presenta una gran variedad de especies adaptadas a la aridez y la altura, y su fauna alberga especies como la vicuña, el guanaco, el cóndor andino y el puma.
- Reserva de Biosfera Yabotí: localizada en la provincia de Misiones, ocupa una superficie de 250.000 hectáreas y se trata de uno de los últimos reductos de selva paranaense, con una alta diversidad de especies vegetales y animales. Su flora está dominada por árboles como el lapacho, el cedro, el palmito y la yerba mate, y su fauna presenta especies como el yaguareté, el mono caí, el tatú carreta y el tucán.
- Reserva de Biosfera Delta e Islas del Paraná: ubicada en las provincias de Entre Ríos y Santa Fe, abarca una superficie de 1.300.000 hectáreas y se trata de un sistema fluvial de gran complejidad y dinamismo, con islas, canales, lagunas y bosques. Su vegetación está compuesta por especies acuáticas y ribereñas, y su fauna cuenta con especies como el lobito de río, el ciervo de los pantanos, el yacaré negro y el cardenal amarillo.
- Reserva de Biosfera Bosques Andino Patagónicos: situada en las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut, comprende una superficie de 1.800.000 hectáreas y se caracteriza por su bosque templado húmedo, con especies como el coihue, el ciprés, el alerce y el arrayán. Su fauna incluye especies como el huillín, el monito del monte, el chucao y el carpintero gigante.
- Reserva de Biosfera Las Yungas: localizada en las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca, ocupa una superficie de 1.350.000 hectáreas y se caracteriza por su paisaje de selva subtropical, con una gran variedad de especies vegetales y animales. Su flora presenta desde árboles gigantes como el cebil, el laurel y el nogal, hasta orquídeas, bromelias y helechos. Su fauna alberga especies como el oso hormiguero, el tapir, el yaguareté y el mono aullador.
Las reservas de biosfera de Argentina son ejemplos de cómo el programa MAB de la UNESCO contribuye a generar conocimiento, capacidades y alianzas para enfrentar los desafíos ambientales y sociales del siglo XXI.
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